A lo largo de estos meses muchos nos hemos visto obligados a trabajar desde casa. A medida que las restricciones se han vuelto más permisivas muchos han vuelto a su puesto en la oficina, otras siguen con el teletrabajo (como es nuestro caso) y algunas han decidió por un modelo mixto semipresencial.
De algo que muchos nos hemos dado cuenta en estos meses, y que seguramente habréis visto centenares de veces en las redes sociales profesionales, es que las ventajas del teletrabajo son evidentes: aumenta la productividad del equipo y hay una mejora directa en la conciliación entre la vida laboral y la personal.
Pero también hemos visto que el teletrabajo puede ser aislante, sentirse desconectado del equipo si no se establece una buena comunicación con el resto del equipo y si no se tiene una fuerte cultura corporativa.
Pero ¿Qué entendemos por cultura corporativa? La cultura corporativa es el tejido que une y marca a una organización en una misma visión y unos mismos valores. Xavier Marcet habla de “Empresas con alma”, aquellas empresas que creen en un propósito que va más allá de una cuenta de resultados. Son las conexiones, las personas y la organización.
La cultura corporativa hace que los trabajadores se sientan parte de la organización y les proporcione un sentido de identidad, unidad y compromiso con el equipo. Un equipo comprometido será mucho más productivo, pues querrá que el éxito de los demás y el de su empresa sea también el suyo y trabajará por él. Además, crear una cultura corporativa fuerte también genera un buen clima laboral, lo que repercute en la felicidad de todos los trabajadores y a la vez en su trabajo. Es un ciclo positivo que se autoalimenta.
Pero cuando trabajamos a distancia, si no tenemos en cuenta una serie de factores, esta cultura corporativa, especialmente si está poco asentada entre el equipo, se debilita y puede llevar a un distanciamiento, insatisfacción e incluso absentismo laboral.
Está en las manos de los gerentes o responsables de equipo el ofrecer los recursos para desarrollar las habilidades de comunicaciones adecuadas y fomentar el buen clima laboral, ya sea de forma presencial en la oficina como a distancia en el teletrabajo.
Hay 4 factores principales en los que podemos influir para propiciar una buena cultura corporativa ene el teletrabajo: la comunicación, la autonomía, habilidades del trabajo en red y la transparencia. Veámoslas en detalle.
Comunicación
Una constante y buena comunicación es clave para mantener al equipo unido.
Es necesario reforzar el trabajo en equipo (que sigue existiendo a pesar de trabajar a distancia), ofreciendo al equipo herramientas de comunicación instantánea como Skype, Teams o Slack con chat y con videollamada son ideales.
Además, la distancia hace que se pierden las conversaciones cotidianas que se tienen al llegar a la oficina o mientras se come, trivial pero muy importantes para reforzar las relaciones entre compañeros y no sentirse aislado.
Por ambas razones, agendar reuniones virtuales semanales permite a todo el equipo ponerse al día de lo que ocurre en los demás departamentos de la empresa y compartir novedades, victoria y derrotas. Pero también es importante reservar momentos conjuntos para conectar y establecer conversaciones más personales. Incluso se pueden llevar a cabo actividades como vermuts o clubs de lectura.
Habilidades y herramientas para el trabajo en red
No todas las personas están preparadas al 100% para el teletrabajo, requiere de un cambio de mentalidad importante. Por ello, es importante dotar a los trabajadores de las habilidades necesarias para el teletrabajo a través de la formación.
Aprender a gestionar el tiempo, a usar herramientas en la nube, comunicar y hacer reuniones eficaces son algunas de las habilidades esenciales que se deben potenciar, especialmente en el teletrabajo. Tener un plan de formación sólido ayudará al equipo a transicionar de un modelo de trabajo presencial a uno a distancia con más facilidad.
Autonomía y trabajar por objetivos
Una de las principales ideas erróneas es pensar que el teletrabajo también se puede seguir basando en el presencialismo, es decir, trabajar por horas en vez de trabajar por objetivos.
Es necesario dar a los trabajadores de autonomía y fomentar la confianza y el compromiso entre el empleador y el empleado para que pueda realizar sus tareas enfocando a resultados y no a horas trabajadas.
La comunicación vuelve a tomar un importante rol en la autonomía del trabajador. Es importante realizar seguimientos y compartir las mejores prácticas, como las metodologías agile, para seguir fomentando el trabajo por objetivos y una cultura corporativa positiva.
Transparencia
Por último, pero no menos importante, hay que fomentar el intercambio de información entre el equipo, para conocer en cualquier momento en qué están trabajando los otros departamentos, en qué situación se encuentra la empresa y que decisiones se están tomando.
Ser transparente con los objetivos, la forma de trabajo y la constante comunicación fortalece la cultura corporativa y evita que las personas puedan sentirse excluidas en sus puestos de trabajo.
Con una fuerte cultura corporativa basada en la comunicación, la autonomía y la transparencia y aportando a los empleados herramientas para desarrollar sus habilidades de trabajo en red podemos potenciar la productividad desde el teletrabajo, crear más compromiso, confianza y mantener un buen clima laboral en el día a día.
Recuerda, como dice Xavier Marcet: “Aquellas empresas que tienen alma, sobreviven”.
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