Es habitual en los entornos de trabajo, escuchar frases como estas: “No, es que yo no soy creativo”, “Mi trabajo es rutinario y no necesito tener ideas”…. Hay una percepción generalizada que define la creatividad como la habilidad de tener ideas locas e inesperadas. Si eso se acompaña con una manera estridente de vestir y unas gafas de montura gruesa, ya tenemos al retrato robot del “creata” de turno.
Esta interpretación es maniquea, sesgada y parcial, ya que se interpreta la creatividad como sinónimo de imaginación. Y además es excluyente. No sólo deja fuera de juego toda una serie de habilidades de vital importancia para el desarrollo de proyectos innovadores y creativos, sino que divide a los equipos y deja la toma de decisiones creativas a un reducido grupo de personas.
¿Qué es la creatividad?
Según Min Basadur, antiguo ingeniero de Procter & Gamble y fundador de Basadur Applied Creativity, hay dos puntos clave, igual de relevantes en el proceso creativo, que debemos diferenciar: el qué (vamos a tratar) y el cómo (vamos a hacerlo).
El qué es fundamental para ofrecer soluciones con sentido. Si pensamos en cualquier solución innovadora, desde el arte cubista a las apps de movilidad, hay un profundo conocimiento del contexto que rodea a la solución/obra.
El cómo son todos aquellos procesos y herramientas, habilidades y estilos que podemos aplicar para incentivar la generación de múltiples ideas y la evaluación de las mismas para quedarnos con la más conveniente.
Por ello el autor propone la siguiente definición para la creatividad:
Creatividad = Conocimiento x Imaginación x Evaluación
Los 4 perfiles creativos
Cada elemento de la ecuación cuenta y es necesario. Pero no todas las personas gestionamos el conocimiento del mismo modo. Hay gente que tiene más tendencia a usar lo aprendido para generar distintas posibilidades y escenarios, mientras que otros prefieren evaluar lo existente. Los modos de adquirir el conocimiento también varían: desde los que tienden a ganarlo mediante la experiencia a aquellos que lo hacen mediante la comprensión teórica.
Con estos parámetros, Min Basadur desarrolló una teoría de perfilado creativo. Divide a los individuos en 4 perfiles que tienen estrategias distintas en la resolución de problemas basándose en los parámetros “cómo obtenemos información” y “para qué la utilizamos”. Todos los perfiles son igualmente creativos y necesarios en el proceso de desarrollo de proyectos. Que los miembros de un equipo conozcan su perfil ayuda a comprender al otro y a valorar positivamente la diferencia para el enriquecimiento del proyecto.
Generador
Hace que las cosas se inicien por medio de su propia participación. Imagina posibilidades y percibe todo tipo de problemas y nuevas oportunidades. Este cuadrante muestra mayor interés en encontrar problemas y en hechos relevantes entorno al problema.
Conceptualizador
Forma rápidamente relaciones, define problemas y conceptualiza nuevas ideas, oportunidades y beneficios. Destila en una explicación integrada observaciones aparentemente sin conexión. Muestra mayor interés en la definición del problema y en encontrar ideas.
Optimizador
Convierte ideas abstractas en soluciones y planes prácticos. Actúa mejor en situaciones donde hay una sola respuesta correcta o una solución óptima a un problema. Mayor interés en la evaluación de ideas y la selección y planificación para la acción.
Implementador
Su principal interés está en hacer que las cosas se lleven a cabo. Cree fervientemente en el “ensayo-error”, ya que no necesita la comprensión completa del problema para seguir adelante. Hace que las cosas “funcionen de algún modo”. Mayor interés en ganar aceptación e implementación.
En definitiva, el conocimiento de estos perfiles ayuda a los liderazgos compartidos, a la inclusión de todas las partes en un proyecto y a conseguir un clima de trabajo que valora la diferencia y el entendimiento entre las partes.
Y tú, ¿con qué perfil te sientes más identificado?
Sobre el autor
Sagrado Nova es gestor de proyectos, formador y coordinador académico en h2i institute. Durante los últimos 10 años ha gestionado proyectos en industrias creativas como el diseño, el teatro o el cine.