No nos engañemos, para lograr tus metas financieras necesitarás dinero. Así que lo primero que tenemos que hacer es acumularlo. El próximo 27 de febrero, nuestro profesor Sergi Torrens dará en Foxize Barcelona una masterclass sobre Cómo crear un patrimonio personal a partir de la nómina, un curso en el que conocerás las herramientas para trazar tu propio plan financiero para alcanzar tus metas.
Y una de esas metas importantes para muchas y muchos de nosotros es tener nuestro propio hogar. Así que le hemos pedido a Sergi que nos explique cómo conseguir una buena hipoteca. Y esto es lo que nos ha contado:
A la hora de afrontar la compra de un hogar pocos son los afortunados que lo pueden hacer a tocateja, y la mayoría de las veces necesitaremos un crédito. Para ser más concretos, tendremos que pedir un crédito hipotecario que además nos va a acompañar a lo largo de décadas. Por tanto, es muy importante hacer un buen trabajo de selección para encontrar la mejor hipoteca.
Aquí te de damos algunos consejos:
1. Tener algo ahorrado es clave para obtener unas buenas condiciones.
En el proceso de compra de una vivienda tienes que tener presente que deberás hacer frente a algunos gastos de notaría e impuestos. Estos gastos pueden rondar el 10% del valor de la vivienda que estás adquiriendo, y se añadirán al monto que necesitarás para comprar la casa. Por otra parte, la mayoría de las entidades ofrecen por defecto hipotecas para el 80% del valor de la vivienda. De hecho, suelen escoger el valor mínimo entre el de tasación y el de compra. Por ejemplo, si te quieres comprar un inmueble de 110.000€ y resulta que la tasación le da un valor de 100.000€, el banco te ofrecerá una hipoteca de 80.000€ (el 80% de 100.000€, en este caso la tasación salió más baja del precio de compra).
Para que la negociación con el banco y las condiciones vayan a tu favor, idealmente deberías tener ahorrado el 30% del valor del hogar que quieres comprar (10% constitución, notarias, impuestos, y 20% para pagar el piso y dejar solo el 80% de su valor pendiente de cubrir).
2. ¿Interés fijo, variable o mixto?
En general, lo mejor es no jugar a adivinar el futuro porque, como decía el Premio Nobel de Física Niels Bohr, “hacer predicciones es muy difícil, especialmente cuando se trata del futuro”.
La única modalidad que no depende del futuro es la hipoteca a tipo fijo, las otras irán indexadas a algo. Lo más habitual será el Euribor, ahora mismo el Euribor tiene un tipo de interés bajísimo (tanto, que es negativo), pero hace poco más de 6 años llegó a alcanzar más del 5%, y esto puede volver a suceder pues no fue algo excepcional. Por tanto, los intereses de una hipoteca de tipo variable pueden variar y mucho.
De la que seguro tienes que huir es la de tipo de interés mixto. Es una nueva modalidad en la que el banco combina lo peor de las hipotecas de tipo fijo y lo peor de las de tipo variable en una sola hipoteca. Su oferta suele ser que los primeros años se te ofrece tipo fijo (“para tu tranquilidad”) y en el futuro pasará a variable.
Esto juega totalmente en tu contra. El Euribor está bajo ahora, y previsiblemente subirá de aquí a unos años. Así que te conviene lo opuesto. Hipoteca variable ahora para aprovechar el Euribor bajo, e hipoteca a tipo de interés fijo en un futuro para evitar sorpresas con el Euribor.
3. ¡Ojo!, el tipo de interés no es lo que hay que mirar.
La hipoteca es algo que nos acompañará a lo largo de muchos años. Hay que mirar la letra pequeña y no dejarse llevar sólo por el tipo de interés que te ofrecen. Tienes que pedirles el T.A.E.
En la mayoría de los casos, para ofrecerte las mejores condiciones, el banco te “invita” a contratar con ellos el seguro del hogar, el de vida, tener la nómina con ellos, contratarles un plan de pensiones, etc… Por cada uno de los productos que les contrates se te ofrecerá una bonificación sobre el tipo de interés (por ejemplo si les contratas el seguro de vida, te dan una reducción del 0,25%).
Estos productos tienen un coste añadido y los seguros suelen ser más caros al contratarlos con el banco. El T.A.E. es el tipo de interés resultante de añadir los costes que supone la contratación de productos al banco al tipo de interés base de la hipoteca.
Para comparar hipotecas, usa siempre el T.A.E., ya que cada banco te pedirá distintas condiciones para contratarles la hipoteca. El T.A.E. es la única forma de comparar peras con peras. No compares nunca las hipotecas basándote en el tipo de interés ofrecido.
4. Busca el equilibrio.
Cuanto más largo sea el plazo de tu hipoteca, menor será la cuota mensual. Pero también debes tener presente que a más plazo, mayor será la cantidad de interés que habrás desembolsado. Como ejemplo, si contratas una hipoteca de 200.000€ a 30 años al 2% de interés, acabarás pagando 65.500€ en intereses.
Si por el contrario lo haces a 10 años, los intereses se reducen a 20.600€. Hay que buscar un plazo que nos permita afrontar con comodidad el recibo mensual, pero siempre intentando que el plazo sea el mínimo posible.
En hipotecas es muy importante buscar y comparar tanto como puedas. ¡Te puedes llegar a ahorrar mucho dinero!
SOBRE EL AUTOR
Sergi Torrens es fundador de Quiero Asesorarme. Ingeniero informático reconvertido a asesor financiero y férreo defensor de la divulgación de conocimientos básicos de finanzas como voluntario de programas orientados a estudiantes de E.S.O. y colectivos profesionales. Forma parte de la Asociación Europea de Asesoría y Planificación Financiera en España (EFPA).
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