La formación puede suponer un gran coste de inversión si externalizamos todo el proceso. Destinamos nuestro tiempo y recursos a adquirir sistemas y programas de proveedores externos, necesarios para seguir innovando en nuestra empresa, pero no suficientes para cubrir todas las necesidades formativas actuales.
Nuestras empresas están llenas de personas con mucho talento, excelentes en sus puestos de trabajo. Es una buena estrategia poder extraer de ellos el aprendizaje necesario para seguir desarrollando nuestra organización.
No todos nuestros empleados expertos tienen la capacidad de compartir de manera efectiva sus conocimientos.
Estas son las características necesarias que debe cumplir para convertirse en un formador interno:
1- Capacidad de organización.
Deben ser capaces de compartir sus conocimientos a sus compañeros, por lo que la planificación y estructuración de ideas es muy importante para facilitar la transferencia del conocimiento hacia el puesto de trabajo.
2- Capacidad de crear relaciones interpersonales.
Esta persona debe tener la habilidad no solo de compartir el conocimiento, también de llegar a sus compañeros a través de emociones positivas: motivarlos, inspirarlos y fomentar la participación.
3- Conocimiento corporativo.
El formador interno es una persona con años de experiencia dentro de la organización y conoce los valores y el know-how de la empresa y es capaz de transmitirlo a sus compañeros
4- Especialista en su materia.
Este es un requisito esencial y evidente. Todo profesor debe tener experiencia en el sector sobre el que impartirá la clase para poder compartir con los alumnos su conocimiento.
5- Pasión por enseñar.
No todos los expertos tienen la capacidad de enseñar. Un buen profesor debe ser capaz de guiar ayudar a entender y a aplicar estos aprendizajes.
6- Capacidad de autoaprendizaje.
Debe ser consciente que el mundo y su sector está en constante evolución y siempre habrá nuevos temas por aprender.
7- Compromiso con la docencia.
La formación no debería ser un trabajo más. La docencia, como la educación, está inspirada en una ética de la responsabilidad, por eso un buen profesor debe pensar en cuáles son las consecuencias de sus actos.
¿Qué mejor persona para dar formación que nuestros propios miembros del equipo, quienes, además de ser expertos en su materia, también conocen de primera mano la cultura de la empresa?
Recomendamos también, ofrecer una formación o herramientas a este formador interno para que pueda planificar sus sesiones. En el ebook gratuito «El Libro Blanco de la Formación«, encontrarás todo lo que necesitas saber sobre cómo plantear un proyecto formativo para tu empresa.