Solía pensar que únicamente la moda es cíclica y que esto no era aplicable al mundo de la tecnología. Sin embargo, desde que veo como —15 años después— triunfan de nuevo los GIF animados, me he tenido que replantear mi opinión: quizás la tecnología no esté a salvo de ciclos de ida y vuelta después de todo. Un artículo de Javier Castellanos Calabrés, Robot Factory Manager RPA en Orange España y co-autor del ebook colaborativo “El vídeo en la era post-Youtube” de Foxize.
El caso del vídeo es un buen ejemplo. Hoy en día el vídeo se ha convertido en el MP3 de esta década. Ha perdido la entidad, la importancia que tenía, porque su consumo y producción son masivos. Cada vez nos importa menos cuántos datos nos consume un vídeo en YouTube, aunque solo lo usemos para escuchar su música. ¿Y cuál es la razón? La red. Esa infraestructura de cables de cobre, fibra o antenas que hacen posible que el mundo digital funcione, y que facilita las aplicaciones en la nube, la abundancia de zonas wifi y, sobre todo, la fibra óptica en nuestros hogares, que es la clave para el crecimiento exponencial del vídeo que vamos a vivir en los próximos tiempos.
Los operadores telco obviamente prefieren clientes que consuman mucho vídeo. Son clientes activos en toda clase de plataformas sociales, exigentes y que quieren siempre la mejor conectividad. De ahí que las inversiones en redes 4G, 4G+ y 5G sean muy importantes para este tipo de usuarios. Pero ésta es sólo una de las patas. El consumidor de vídeo necesita la fibra óptica, y para los operadores la fibra es un elemento diferencial y de fidelización de un cliente. Pongamos un ejemplo. Cuando la conexión de tu hogar pasa de ser ADSL a fibra óptica, tu rol en este entorno digital cambia: no solo puedes consumir vídeos sino que puedes producir y emitir los tuyos propios. Y eso lo cambia todo.
Por supuesto, todos estos cambios están muy bien desde el punto de vista de un operador telco, pero ¿qué ventajas le aportan al cliente en su conectividad? Muchas, empezando por nuestro smartTV, en el que ahora —gracias a la red— podemos ver vídeos online en 4k sin cortes; o podemos disfrutar de nuestros vídeos favoritos en multitud de dispositivos a la vez y jamás nos volverá a interrumpir el icono de espera de carga, ya que arrancan de manera inmediata.
Pero en un entorno donde fenómenos como el Internet de las cosas y los smarthome crecen cada año, el consumidor de vídeos también evoluciona y pasa a un nuevo estado. De hecho, ahora es un usuario con acceso a un canal de subida a la red de 30 Mbps o incluso 300 Mbps en el caso de la fibra simétrica. Esta es la verdadera diferencia para el usuario doméstico que hasta ahora, con una conexión ADSL de, como mucho, 1 Mbps, no se podía plantear subir o emitir nada en la red. Esto significa que, automáticamente, gente que jamás se había planteado subir vídeos a YouTube, retransmitir con Periscope o montarse un sistema PLEX media server, de pronto descubre que, por primera vez, no es solo consumidor sino productor de contenidos. Y no nos engañemos, hoy en día nadie concibe generar contenidos si no son en vídeo.
Para la gente que no haga un uso intensivo de Internet este cambio le puede parecer baladí, pero para mí es la clave de lo que está por venir. El público en general ha aprendido a usar Internet en «modo bajada», donde todo el mundo consume y unos pocos producen. Pues bien, ahora viene la otra parte, cuando el ancho de banda de subida disponible nos va a hacer descubrir nuevos roles que ahora mismo no existen y que nos parecerán tan increíbles como el primer youtuber que vimos.
Y así cambiará todo. YouTube será uno más, quizá el más transversal, pero no el mejor para según qué usos, y las aplicaciones del «video live» serán infinitas tanto para empresas como para particulares. Y si añadimos a esta ecuación el VR, los resultados se multiplican por mil: comprar, por ejemplo, la fila 0 de un evento deportivo de primer nivel y verlo en 4K en tu casa desde una cámara subjetiva será lo más normal que veremos en los próximos años. ¡Imaginad el cambio que supone un uso equilibrado de la red con relación al balance de usuarios que suben y bajan vídeos!
Pero sin duda, una vez más, vamos a saturar un canal con información. Y llegaremos a ver cómo 300Mbps de subida nos parecen poco cuando empecemos a hacer uso de nuevas aplicaciones que hoy ni siquiera imaginamos. Será entonces cuando tendremos que bajar al ámbito doméstico temas como el cloud profesional y el big data en combinación con el vídeo.
Y otro tema importante será la gestión de toda esta información. Hoy en día archivos como los de la BBC o de RTVE necesitan de expertos y de técnicas que hagan posible catalogar la gran cantidad de información en vídeo que tienen estas corporaciones. Y muy pronto también cualquier usuario doméstico manejará una cantidad de información en vídeo tan grande que el reto será poder gestionarla.
Sobre el autor
Javier Castellanos Calabrés es Robot Factory Manager RPA así como CeX Factory Manager en Orange España. Gran experto en aplicar la capacidad de transformación que ofrece el canal digital a la experiencia de cliente y a la simplicidad y eficiencia de la atención y transaccionalidad de los clientes.
Ebook “El vídeo en la era post-Youtube” de Foxize
Este artículo de Javier Castellanos Calabrés forma parte del ebook gratuito “El vídeo en la era post-Youtube” de Foxize, plataforma experta en cursos sobre negocios, digital y marketing. En él encontrarás 28 opiniones y reflexiones de expertos del sector sobre el presente y futuro inmediato del vídeo online.