

En los últimos años, un LMS ya no es solo “el sitio donde están los cursos”. Para muchas empresas se ha convertido en el centro de operaciones de la formación: ahí se organizan convocatorias, se envían comunicaciones, se mide el progreso y se conectan personas, datos y negocio.
Con esa realidad delante, en Foxize hemos ido evolucionando Foxize LMS durante 2024–2025. No hemos sacado una “gran versión 3.0” de cara a la galería, sino que hemos ido incorporando muchas mejoras concretas que, sumadas, hacen que el día a día de la formación sea más sencillo, más eficiente y más medible.
Aquí te resumimos las principales mejoras, explicadas por el problema que resuelven, no por el menú donde están escondidas.
Empecemos por quienes pasan más horas en el LMS: responsables de formación, coordinadores y administradores. El foco ha sido claro: quitar clics innecesarios, reducir errores tontos y aligerar tareas repetitivas.
Hemos mejorado filtros, búsquedas y acciones masivas para gestionar altas, bajas, grupos y matrículas con menos fricción. Cuando gestionas cientos o miles de usuarios, esto marca la diferencia entre un LMS que “se interpone” y uno que realmente ayuda.
Muchas organizaciones trabajan con más de un entorno de Foxize LMS (por países, unidades de negocio, proyectos, etc.). Ahora pueden reutilizar cursos y estructuras entre estos entornos sin tener que reconstruirlos desde cero.
Crear ediciones nuevas, convocatorias o versiones de un mismo curso es algo que se repite una y otra vez. Hemos simplificado el proceso de duplicar cursos y ediciones, manteniendo estructura, materiales y configuraciones clave, para que no tengas que “rearmar” todo cada vez.
Ya no hace falta entrar ficha a ficha. En el propio listado de inscripciones puedes ver de un vistazo el nivel de progreso de cada persona en una acción formativa. Menos tiempo navegando, más tiempo decidiendo qué hacer.
La idea de fondo es sencilla: que la energía del equipo no se vaya en pelearse con la herramienta, sino en diseñar mejor formación, acompañar mejor y actuar antes.
Otro punto clave es la comunicación. Muchas acciones formativas no fallan por el contenido, sino porque la gente no se entera, lo deja para luego o se pierde por el camino.
Por eso hemos reforzado la parte de marketing y comunicación dentro del propio LMS:
Ahora es posible segmentar mejor, programar envíos, seguir el estado de cada campaña y entender qué comunicaciones funcionan. Todo desde Foxize LMS, sin depender siempre de herramientas externas para lo más básico.
Hemos incorporado un sistema más claro para gestionar bounces y bloqueos. Esto ayuda a mantener la base de datos limpia: menos direcciones “muertas” y más visibilidad sobre quién está recibiendo realmente los correos.
Invitaciones, recordatorios, notificaciones de acceso… se han ido ajustando para que sean más claras y coherentes para quien las recibe. Menos confusión, menos soporte básico.
El objetivo es que el LMS no sea solo el lugar donde “pasan cosas”, sino también un aliado para que las personas se enteren, lleguen y vuelvan.
La IA también ha llegado al LMS, pero con una idea muy concreta: menos artificio y más trabajo real resuelto. En Foxize LMS la estamos utilizando en dos puntos donde se suele ir mucho tiempo:
A partir de los materiales de un curso, el sistema puede generar una propuesta inicial de preguntas y respuestas. No sustituye al criterio de nadie, pero sí ofrece un primer borrador sobre el que es mucho más fácil revisar, ajustar y aprobar. Pasas de “empezar desde cero” a “corregir algo que ya está bastante encaminado”.
Si tu organización trabaja en varios idiomas, traducir cursos y tests es una tarea constante. La IA ayuda a generar versiones iniciales en otros idiomas respetando la estructura del curso y el enfoque pedagógico, para que el equipo solo tenga que pulir y adaptar.
En los dos casos, la IA no es un fin en sí mismo, sino una forma de devolver tiempo al equipo para que lo dedique a lo que sí necesita cabeza humana.
Si la persona que aprende se siente perdida o confusa, da igual lo potente que sea el backoffice. Por eso hemos puesto bastante foco en hacer más clara y útil la experiencia del alumno.
Sesiones, materiales y actividades se conectan mejor con el calendario y la agenda del alumno. Es más fácil ver qué viene, qué está activo y qué se ha completado, reduciendo dudas y peticiones de ayuda básicas.
Hemos revisado los flujos para generar y gestionar certificados, con más flexibilidad para adaptarlos a la identidad visual y a los requisitos de cada organización (incluyendo idioma y formatos).
La sección “Mi cuenta” gana peso: cada persona puede consultar evaluaciones, progreso y materiales clave de forma más centralizada. Así entiende mejor cómo va y qué tiene pendiente.
En entornos donde muchos usuarios entran por primera vez a un LMS, hemos desarrollado experiencias de onboarding gamificado que explican cómo funciona la plataforma de forma rápida y amable. Menos barrera inicial, menos miedo a “tocar algo que no debo”.
Aquí el objetivo es que el alumno note que el LMS le orienta y le ayuda, en vez de pedirle que se convierta en experto en plataformas.
Cada vez pesa más que el LMS no solo “guarde cosas”, sino que ofrezca datos fiables y ordenados para:
En esa línea, hemos trabajado en:
Se han ampliado y afinado los informes para incluir información relevante como notas SCORM, tiempos de dedicación de docentes, participación, etc. Esto facilita la vida a quienes gestionan bonificaciones o tienen que rendir cuentas de la formación impartida.
Hemos reforzado la conexión con herramientas como Zoom, Stripe o Klarna, que permiten gestionar de punta a punta procesos como inscripción, pago y acceso a sesiones online, sin romper el flujo.
La idea es que el LMS no se quede corto cuando se le pide algo más serio que “subir un vídeo y poner un test al final”.
La seguridad ya no es un extra, y un LMS concentra datos personales, información corporativa y, a menudo, contenidos sensibles. Por eso hemos arrancado un proceso estructurado de alineación con ISO 27001, que incluye:
Más allá del sello, se trata de que Foxize LMS sea una pieza sólida dentro de la arquitectura de seguridad y compliance de nuestros clientes.
Todas estas mejoras tienen un hilo común: que Foxize LMS funcione como un núcleo de aprendizaje vivo, conectado con la realidad de las organizaciones y capaz de:
Un buen LMS no se define solo por la lista de funcionalidades, sino por cómo ayuda a resolver problemas reales en el día a día de la formación.