En un mundo donde la educación se encuentra en constante evolución, el desafío para las empresas es claro: adaptarse o quedarse atrás. La era digital ha revolucionado por completo la manera en que aprendemos y enseñamos, impulsando la necesidad de estrategias innovadoras para optimizar el aprendizaje en las empresas.
En este contexto, la integración de la gamificación y el eficiente uso de un LMS (Sistema de Gestión de Aprendizaje) emergen como poderosas herramientas para potenciar el aprendizaje y mantener la relevancia en un mundo en constante cambio.
Para complementar estos pilares, existe un vasto abanico de actividades y herramientas disponibles para llevar la formación al siguiente nivel. En este artículo vamos a descubrir cómo puedes optimizar tus formaciones internas y para clientes.
1. Uso de un LMS (Learning Management System) 💻
Para iniciar, es imprescindible contar con una plataforma que permite gestionar todas tus formaciones de forma digitalizada. Esta plataforma incluirá un Backoffice o centro de administración, donde los responsables de formación pueden gestionar el contenido y seguir el progreso de los alumnos, así como un Front End o interfaz web, desde donde los alumnos pueden acceder a sus cursos y llevar a cabo su aprendizaje.
2. Gamificación para Optimizar el Aprendizaje 🎮
La gamificación transforma las tareas en desafíos, incentivando a los participantes a competir.
La gamificación no se limita a ser una actividad por sí sola; más bien, constituye una estrategia complementaria para enriquecer la formación y estimular a los participantes. Como su nombre sugiere, la gamificación transforma las tareas en desafíos, incentivando a los participantes a competir por puntos para ascender en el ranking y obtener premios.
Esta técnica resulta efectiva para captar la atención de los asistentes y fomentar su participación activa en el curso y sus actividades. Es importante recordar que la gamificación no se trata simplemente de jugar, sino de aplicar las dinámicas de juego en el contexto de la formación.
3. Explicación del formador 🧑🏫
Transformar la explicación del formador en una experiencia memorable es esencial para el éxito de cualquier curso. Desde técnicas de captación de atención, como icebreakers al principio de la explicación o relatos intrigantes durante, hasta el uso estratégico de recursos visuales, como presentaciones, el objetivo es mantener a los participantes comprometidos y receptivos. Es más que transmitir información; se trata de crear conexiones significativas y facilitar la comprensión profunda de los conceptos clave.
Puedes aprender más sobre realizar presentaciones y optimizar el aprendizaje en el ebook gratuito “Libro blanco de la formación”.
4. Casos prácticos ✍️
Los casos prácticos no solo ilustran la teoría con situaciones reales, sino que también fomentan la participación activa y el debate entre los participantes. Ya sea a través de ejemplos proporcionados por el formador o mediante las experiencias personales de los asistentes, estos casos ofrecen una oportunidad invaluable para contextualizar el aprendizaje y explorar diversas perspectivas y soluciones.
5. Modelizaciones 📊
Las modelizaciones nos permiten apoyar las explicaciones a través de un esquema, así mejorando su entendimiento. Hay decenas de formatos y herramientas para realizar esquemas. El libro Good Charts de Scott Berinato te ayudará a convertir tus gráficas en visualizaciones efectivas para transmitir tu idea. Uno de ellos es el Business Model Canvas, un modelo sencillo y visual para analizar modelos de negocio. Creately.com es una herramienta muy útil para realizar esquemas, con más de 50 formatos, tiene un uso muy intuitivo y permite crear esquemas en tiempo real. También puedes encontrar editores online como Popplet o Blubb.us.
Milanote también ofrece muchas posibilidades, no solo para crear esquemas, también para que tus alumnos puedan colaborar en ellos. Además, incluye plantillas predefinidas de diferentes ámbitos como marketing, escritura, producción…
6. Debates 🗣️
De las posibles actividades realizables en las formaciones, los debates son las más sencillas de realizar, pero se pueden obtener unos resultados muy buenos. Para que surjan buenos debates, es importante que haya diferentes visiones de un tema entre los asistentes. Para ello, una posible dinámica es dividir al grupo en dos puntos de vista, independientemente de su preferencia personal. Entre los miembros del mismo grupo deberán buscar puntos que los apoye en su debate para así exponerlos en frente al equipo oponente y a la vez poder rebatir los puntos del otro. Es importante que en los dos grupos haya un representante, quien pondrá voz al equipo, y que el formador asuma el rol de moderador para facilitar la discusión y hacer un cierre que vincule las opiniones de los asistentes con el tema de la formación.
7. Ejercicios individuales 📝
La idea de estos ejercicios es que los participantes pongan en práctica lo aprendido a nivel individual, resolviendo una tarea por su cuenta. El enunciado del ejercicio debe ser claro, explicar qué quieres que hagan y cómo. Esta actividad es útil cuando el tema de la formación está relacionado con habilidades individuales, como puede ser la organización o la escritura. El resultado puede ser presentado al resto de los asistentes, ser corregido por el facilitador, o quedarse como una reflexión personal.
8. Dinámicas grupales 🤼
Los asistentes se agrupan en grupos más o menos pequeños para resolver una tarea, que puede ser tan sencilla como una puesta en común o más compleja como desarrollar un proyecto. Este tipo de actividad mezcla los ejercicios individuales con los debates, ya que para resolver la tarea, los miembros del equipo se tendrán que poner de acuerdo en un mismo resultado. Estas dinámicas favorecen las relaciones y el trabajo en grupo, así que puede ser interesante realizarlas con grupos de trabajo ya establecidos. El resultado será presentado delante de la clase o corregido por el formador.
Para poner a prueba los conocimientos aprendidos de los participantes o para generar debate entre ellos, podemos crear encuestas en directo. Existen herramientas como Mentimeter o Kahoot que permiten crear test online con los que se puede participar a través de los dispositivos móviles u ordenadores. El formador proyecta las preguntas con las posibles respuestas y los participantes deben escoger la correcta. Tiene un punto de gamificación, pues se genera un ranking de puntos.
Otras herramientas como Playposit o HapYak permiten integrar test, encuestas y otras funcionalidades en vídeos, permitiendo a los estudiantes y al profesor valorar el nivel de conocimiento y entendimiento del temario.
10. Roleplay 🎭
El roleplay consiste en ponerse en la piel de alguien para resolver un reto. Esta dinámica ayudará a los participantes a tomar perspectiva de diferentes situaciones y aprender nuevos puntos de vista y nuevas formas de actuar relacionadas con el tema. Por ejemplo, en una formación sobre dar feedback, es importante que sepamos cómo se siente la persona que recibe el feedback.
Esta dinámica también se trabaja mucho en los ejercicios grupales, donde para llevar a término una tarea, los miembros del equipo deben adoptar roles determinados, normalmente alguno con el que no estén familiarizados.
En resumen, la clave está en adaptar el contenido y los métodos de enseñanza a los objetivos de la formación. La gamificación y el uso efectivo de un LMS son herramientas poderosas que pueden potenciar la experiencia formativa y mantenerla relevante en un mundo en constante cambio. ¿Cuál es tu método ideal? Descúbrelo con Foxize Cloud, tu plataforma de gestión de formación online y presencial. Te damos 1 mes de prueba gratuito, sin compromiso.
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