La digitalización ha llegado para quedarse. Y una de las principales palancas para que las empresas consigan llevar a cabo con éxito la transformación de sus negocios en un entorno cada vez más tecnológico, es la captación de talento humano. Mónica Quintana, CEO de Mindset y Directora de Talent Woman Spain, reflexiona en este artículo -que forma parte del ebook colaborativo «La Gestión del Talento en la era digital» editado en 2015- sobre el nuevo paradigma del talento en esta nueva era marcada por la tecnología.
¿Qué talentos hacen falta y cómo se desarrollan?
En el contexto de transformación digital, la tendencia es la búsqueda de perfiles híbridos que reúnan al menos dos verticales de expertise y que al mismo tiempo tengan la capacidad de ponerlos en marcha en entornos multidisciplinares, multiculturales y en constante evolución, con lo que la capacidad de adaptación al cambio y la orientación hacia el aprendizaje son dos competencias clave. Un ejemplo claro de esto son los perfiles tecnocreativos, que saben utilizar la tecnología de manera creativa para generar soluciones innovadoras.
El nuevo talento se comporta de manera nativa en el contexto digital, lo que implica no sólo manejar con soltura las nuevas herramientas de trabajo y de productividad, sino también la comprensión profunda de esta revolución tecnológica.
Del talento de la era industrial nos vamos a quedar con las competencias relacionadas con la creatividad y las que impliquen el trato directo con personas, ya que a corto plazo serán las más difíciles de sustituir por la inteligencia artificial. Por contra, se irán automatizando todas aquellas donde sea más sencillo utilizar una máquina que la fuerza de trabajo humana.
En lo que se refiere a la captación, hay dos grandes tendencias: una de ellas es el Big Data (o Talent Analytics), y la otra tiene que ver con la creación de una marca empleadora (o Employer Branding), ambas enfocadas a la captación del top talent. El desarrollo del talento y su fidelización son elementos clave, porque una fuga de talento puede implicar la pérdida de un know how clave para el desarrollo de los servicios de la empresa.
Por último, para la transición hacia este nuevo paradigma se requiere una dirección empresarial con una visión clara del asunto y que cuide todo el proceso de captación, fidelización y salida del talento en la empresa, poniéndose en manos de profesionales expertos en entornos digitales.
En el mundo del marketing y la comunicación se produce un fenómeno de desintermediación en el eje talento-marcas-audiencia. ¿Cómo se produce esa desintermediación?
Más que una desintermediación diría que está cambiando el tipo de intermediario. Donde antes había una discográfica o una emisora, ahora hay una plataforma digital para la gestión de contenidos.
En algunos casos excepcionales hay personas que sin inversión previa consiguen triunfar en Internet, pero casi siempre cumplen con dos requisitos: generación de contenido de calidad alrededor de comunidades y utilización de las redes sociales como agentes viralizadores, jugando con el WoM (word of mouth).
Hay algo que sí es cierto, y es que las organizaciones cada vez son más dependientes del talento, porque se han democratizado las fórmulas para la creación y visibilización de los contenidos, por lo que ya no todo vale. Antes si tenías dinero podías lanzarte. Ahora además hace falta talento.
Cada vez más vamos a una configuración de equipos de trabajo por proyecto, lo que requiere que cada uno de los miembros sea más autónomo y tenga mayor competencia. Aquí el reto está en cómo gestionar las redes colaborativas profesionales para encontrar a las personas o proyectos necesarios en el momento adecuado. Por ejemplo, conozco experiencias interesantes de colectivos que han desarrollado sus propias plataformas digitales bajo un modelo de trabajo cooperativo, o freelances que hacen un uso muy creativo de redes sociales como LinkedIn.
¿Qué modelos de negocio y de monetización van a generarse?
Es complicado hacer una predicción fiable teniendo en cuenta que estamos viviendo una época de transición de un modelo a otro, y que todavía puede haber giros. No obstante, he observado algunas tendencias que comento a continuación.
En primer lugar, pienso que las agencias especializadas en la captación de perfiles muy específicos irán ganando terreno frente a las generalistas. Es tal el grado de especialización requerido que es muy difícil que una única agencia de selección pueda cubrir todo ese expertise.
En segundo lugar, creo que se seguirá pagando por la captación de talento, pero de un modo diferente: plataformas digitales especializadas que ponen en contacto a empresas con colaboradores, headhunters especializados por sectores con cartera de clientes propia, programas de formación gratuitos para los candidatos con bolsa de empleo para empresas que abonan un recruiting fee, etc. En algunos casos incluso, será el propio candidato el que pagará al intermediario para que le asesore y apoye en la búsqueda de empleo o de proyectos interesantes.
Para terminar, tras una etapa inicial donde gracias a Internet muchos profesionales se pusieron a realizar procesos de selección, volveremos a ver a evaluadores profesionales expertos en psicometría y Talent Analytics, que ayudarán a reducir los costes de rotación de personas implementando unas políticas adecuadas de incorporación de talento en las empresas.
SOBRE LA AUTORA
Mónica Quintana es cofundadora y CEO de Mindset, un estudio de innovación especializado en transformación digital a través de la gestión del talento y el desarrollo de nuevos modelos de negocio. Asimismo, Quintana es directora de Talent Woman Spain, el mayor evento de Talento femenino celebrado en España. Un foro de encuentro, desarrollo e inspiración de las mujeres en ciencia y tecnología.
Descárgate el eBook gratuito: “La gestión del talento en la era digital”
Este artículo de Mónica Quintana forma parte del eBook colaborativo “La gestión del talento en la era digital”. En él encontrarás más de 40 reflexiones de profesionales que opinan sobre qué es el talento y cómo gestionarlo en este nuevo contexto digital.
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Fotografía de Gerd Altmann en Pixabay