Josh Bersin, reconocido analista y fundador de Bersin by Deloitte (programa de investigación en recursos humanos, talento y aprendizaje) hizo un análisis a fondo de la evolución de la formación online o e-learning, explicando cómo y por qué de los diferentes cambios de paradigma, hasta llegar al nuevo punto al que nos estamos acercando, el aprendizaje “in the flow of work”, algo difícil de traducir pero que intentaremos explicar con este post.
El aprendizaje siempre ha estado influenciado y moldeado por la tecnología y la situación económica. A través de los diferentes periodos, Josh Bersin describe 4 evoluciones del paradigma de la formación online.
La formación online nació en los años 80 como recopilación de información y lecciones en formato CD-ROMs. A pesar de que la producción de contenidos era muy costosa, ofrecía la ventaja de escalabilidad, mucho más sencilla que hacerlo con el formato presencial, así que las grandes compañías rápidamente se pasaron a este modelo de formación.
El problema principal de los CD-ROMs es que solo se podía acceder desde el ordenador donde estaba instalado, por lo que los empleados no podían seguir con sus formaciones en los ordenadores de su casa. Para solucionar este problema, nació una nueva tecnología que poco después se convirtió en el conocido SCORM. Esta herramienta permite hacer un seguimiento del progreso de aprendizaje a través de marcadores, recopilando la información en un servidor y así poder acceder a la formación desde cualquier PC.
Con la nueva tecnología y el auge de internet en los años 90, aparecieron las primeras plataformas de gestión de formación, los LMS y con ello el e-learning. En esa época los LMS se usaban como universidad online o un catálogo de cursos online. La mayoría del contenido que se ofrecían eran en formato libro con visuales, audios pero muy pocos vídeos. Hubo un gran crecimiento económico de las empresas de LMS, incluso algunas organizaciones se plantearon cerrar sus universidades físicas, pero la herramienta aún no era perfecta. El uso de HTML y Flash ocasionaba problemas: aparecían muchos errores técnicos, era caro de desarrollar y difíciles de usar, ya que no había un learn flow claro entre contenidos.
No fué hasta el año 98 que hubo un nuevo cambio de paradigma. Google introdujo en el mercado un nuevo sistema de búsqueda y todas las empresas querían incorporarlo en sus plataformas de aprendizaje. Pero los LMS no hicieron caso de las demandas y buscaron otras vías de mercado: la gestión del talento. En este nuevo paradigma, se integran el sistema de aprendizaje con los recursos del equipo de Recursos Humanos, así enfocando el aprendizaje a los roles de trabajo, la gestión y el impacto en el desempeño del trabajo y en la competencia de los trabajadores.
La guerra por el talento hizo que se perdiera el foco en la experiencia de aprendizaje de los empleados, y estos últimos fueron en busca de nuevas herramientas de formación en plataformas externas como Youtube, Lynda, etc… Alrededor del 2005, se asentaron los MOOC, el aprendizaje a largo formato. En ese periodo, British Telecom envió una iniciativa a sus empleados de que se grabaran a sí mismos solucionando problemas complejos que tenían sus usuarios, para así crear un repertorio de vídeos para un futuro uso dentro de la compañía. Fue el nacimiento de un nuevo modelo de formación basado en videos cortos y con autoría. Para el 2010, la indústria del LMS se ha reformado y adaptado al nuevo paradigma y convierten el aprendizaje en una experiencia: integra, gestiona, selecciona y organiza vídeos, artículos, podcast y cualquier tipo de contenido digital en función de las necesidades del usuario.
Un estudio de Bersin sobre los hábitos de los nuevos estudiantes indica que los trabajadores tienen de media 24 minutos semanales para dedicar al aprendizaje. Así es como en la actualidad nace el micro-learning, que se adapta a estas necesidades a través de cápsulas de formación de dos minutos o menos basadas en temas o en la resolución de problemas concretos. El contenido no se valora por la cantidad, se valora en base su cualidad y utilidad.
Bersin acaba dividiendo las plataformas de aprendizaje actuales en dos tipos:
Las plataformas de experiencia formativa genérica que dan asesoramiento y recomendaciones basadas en el consumo del usuario como sería Foxize, y las herramientas de aprendizaje adaptativas que alojan, publican y promocionan contenido basado en el outcome, como Foxize Cloud.
Como hemos visto, disponemos de muy poco tiempo para dedicarle a la formación y es importante optimizar al máximo estos pocos minutos. Bersin introduce el próximo futuro paradigma, basado en el flow of work, es decir, aprender cuando el usuario lo necesite durante su proceso de trabajo.
¿Cuál será el próximo paso? ¿Qué medida y tecnologías deberemos adaptar o crear las plataformas de formación para poder seguir el flow of work? La evolución tecnológica evoluciona a velocidades increíbles y nosotros debemos actualizarnos constantemente para estar al día con las necesidades de los estudiantes.